martes, 28 de diciembre de 2010

VÉRTIGO

Estoy nerviosa. Sí, me noto que ya no duermo como antes. No tengo mucha hambre aunque mato por un trozo de chocolate. Y bueno, ya ha habido más de uno que me ha dicho que he adelgazado (esto siempre me pasa con los nervios). Para terminar de confirmarlo, han vuelto mis dolores de cabeza, sintoma inequívoco de mis nervios. Jaquecas y pesadillas, que formaron parte de mi vida durante mucho tiempo, han vuelto ahora a ella.
Estos días de ajetreos, comilonas, reuniones familiares, canciones y risas, sin embargo, no han conseguido quitarme de la cabeza el tema. A veces me pregunto como podemos hacerlo, siempre con la idea metida en la cabeza, aunque ría, aunque cante, aunque beba... siempre está ahí.
No estoy en plan negativo. Siempre puede ser peor.
Pero me pregunto como lo hará la gente, que tenga por ejemplo una grave enfermedad, problemas económicos serios o cualquiera de las desgracias a las que la vida nos tiene acostumbrados.
Y bueno, me consuelo por lo menos al pensar que lo mio no es tan grave, mi vida puede seguir, habría que aprender, pero podríamos hacerlo.
Esta nochebuena he vivido uno de los momentos más tiernos y emotivos de mi relación. Mi chico, que me tiene acostumbrada a ser frío como el hielo, hizo un gran esfuerzo, y tembloroso y asustado, pero consiguió narrar un pequeño discurso de agradecimiento, compañerismo, solidaridad y amor. Por supuesto dejó por tierra todo regalo material, y me abracé a él como si fuera la última vez en mi vida que lo hacía.
Esto sin duda ha compensado el silencio que nos acompañó durante la cena. No silencio literal, no. Silencio del otro. De ese tema que no hay que tocar. Se notó demasiado que todos sabían algo. Ya nadie hacía la bromita de "y tú para cuando?" que se te va a pasar el arroz!!. Nada, nadie.
Hoy hemos encargado las medicinas, no quería arriesgarme con tanto día festivo que no estuvieran para la fecha. El día once será mi primer pinchazo. Tengo miedo, pero estoy fuerte.

martes, 21 de diciembre de 2010

Y OTRO PASITO MÁS

Hoy la lluvia ha decidido volver a visitarnos. Hoy, por estas tierras, se celebra una especie de romería, se come txistorra y se bebe sidra (bueno, esto a gustos, jeje). Es un poco el arranque a la fiestas, que se remonta a los tiempos del pastoreo, cuando los pastores bajaban del monte, se reunían con sus familias, hacían las matanzas y se recogía la ganancia del esfuerzo de tanto tiempo.
También se celebran hoy los festivales en los colegios, como último día de clase, se cantan villancicos, se hacen teatrillos, y, al menos cuando yo estudiaba, se entregaban las notas del trimestre, con las que te jugabas los regalos de reyes o no...
Pues hoy añadimos a todo esto que ya tengo fecha de inicio de tratamiento. El 11 de enero, tengo que ponerme la primera inyección. Y según me han explicado por teléfono, luego toca un tiempo de controles y análisis y si todo va bien entre el 6 y el 9 de febrero se hace la transferencia.
Vale, no quiero pecar de exceso de positivismo, y se que este camino es muy duro, que pueden fallar muchas cosas y que todavía queda mes y medio para que esto ocurra.Pero el primer control, lo tengo el día del cumpleaños de mi chico. Y entre el 6 y el 9 de febrero es mi cumpleaños, concretamente el 7.
Quizá se convierta en una odiosa casualidad y pasemos uno de los peores cumpleaños de nuestras vidas. Pero quiero confiar en que es otra de esas señales que te manda la vida.
Ya que nosotros no podemos controlar ni decidir, al menos, el destino ha querido que entre los días que nosotros nacimos, se cree la vida de nuestro hijo.

Queridos Reyes Magos: este año he sido muy buena.

jueves, 16 de diciembre de 2010

MANUELA

A ella le gustaba que me sentara sobre sus rodillas. Año tras año, verano tras verano. Aún cuando ya era más alta que ella, mis piernas eran tan largas que era muy difícil sostenerme, sin hacerle daño.
Su gorro de paja siempre cubriendo la cabeza, su pelo blanco, y corto. Su cara bronceada por el sol de la sierra. Cada arruga una historia. Cada historia, dura, más dura.
Le gustaba acunarme como si siguiera siendo aquella niña de tres años. Susurraba aquella canción que alguna vez, quiere venir a mi cabeza.
Y ahí se paró su mente, en aquella niña de tres años. Sus historias incoherentes, su mirada perdida, aquella sonrisa.
Sus manos aplaudían una canción de juventud, de la juventud ya perdida, lejana.
En mi recuerdo unas lágrimas, las que corrían por las mejillas de aquel gran hombre, alto, fuerte, serio y duro. Cuando ella, mirándole a los ojos, siempre sonriendo, no lo pudo reconocer.

Un día de estos hubiera cumplido 100 años. Su corazón hace ya diez que se paró, pero su vida hace muchísimo más.
Cada día que pasa te añoro más. Allá donde estés con el abuelo, que la guerra no me permitó que conociera, y con la caty, recibe este homenaje. Y mándame esa sonrisa para iluminar mi camino.
Un gran abrazo.

martes, 14 de diciembre de 2010

DE VUELTA...

Pues sí, ya se han acabado las vacaciones. Es curioso lo rápido que puedes adaptarte a un ritmo sin horarios, sin despertador, sin prisas y lo rápido que somos capaces de volver a la rutina.
Estas vacaciones han sido diferentes. Nos hemos esforzado mucho y hemos conseguido poner en marcha un nuevo negocio, abierto desde este pasado sábado, para poder aprovechar la navidad, la comercial claro está.
Y entre prisas, estrés, pintura, teléfonos sonando constantemente y un sin fin de horas, hemos tenido tiempo de disfrutar de nosotros.
Así que, entre caja y factura,  me he dedicado a hacer propósitos para el año nuevo. Pero esta vez ha estado más complicado que nunca.
No puedo dejar de fumar, porque ya hace años que no fumo. No puedo apuntarme al gimnasio, porque ya lo estoy. No puedo aprender un idioma, porque continuo con mis clases de francés. Y bueno, dieta de momento no necesito, veremos después de las fiestas!
Así que mi único propósito, es seguir luchando. Evidentemente mi propósito para el 2011 es ser madre. Pero ya hace tiempo que esto dejó de estar de mi mano, y que me puse en manos de la ciencia y la medicina.
Así que por lo que a mi respecta, voy a hacerlo bien, mejor todavía. No tengo que dejarme llevar por la melancolía, por la tristeza o por la ira. Controlaré mis enfados, y sonreiré ante la adversidad.
Cada día tengo más claro que todas las cosas pasan por algo en esta vida. Quizá necesitáramos un bañito de humildad. Quizá se nos estaba olvidando que hay que luchar, por las cosas pequeñas y por las grandes. Que hasta ahora nada nos había sido regalado.
Tengo claro también, que cada día que pasa queda menos para conseguir nuestro sueño.

jueves, 2 de diciembre de 2010

UN PASITO MAS

Estoy de vacaciones. Necesitaba un descanso, me quedaban unos días, y como el tema va para largo, decidí cogérmelas. A mi jefe le pilló un poco por sorpresa, así que he tenido que aguantar con la mejor de mis sonrisas, alguna llamada telefónica, incluso una breve visita a la oficina para buscarle algunas facturas y enviar algún mail.
Lo bueno que tiene en estas fechas, es que, puedo elegir quedarme en casa y ver como pega la lluvia en la ventana, tomarme un café calentito mientras en el termómetro la temperatura no llega a cinco grados. O bien, abrigarme hasta las orejas, olvidarme del maquillaje y tacones, colocarme gorro, bufanda, guantes, y pasear por la orilla del mar.
Ayer tuvimos nuestra última consulta del año. Y por fin las noticias no han sido malas. Vaya, los cariotipos correcto, tenemos cada uno nuestro número de cromosomas correspondientes, xx, xy. Me pilló un poco por sorpresa que quisieran hacerme ayer mismo las pruebas. Claro, primero nos preguntaron si ibamos a seguir con el tratamiento, después de haber estudiado el presupuesto. Claro, seguimos, pero después de Navidad. Entonces, me tocó ecografía, y una prueba bastante desagradable de introducir un cateter, a ver si entra correctamente. Bueno, fue bastante doloroso, aunque me aseguraron que la próxima vez será con anestesia. Bien! Me dijeron que soy buena reponedora (esto me hace sentir como una gallina), y creen que responderé bien al tratamiento. Para terminar, me enseñaron a pincharme, a utilizar la aguja, y me recetaron los medicamentos.
El siguiente paso es esperar a mi siguiente regla. Meses deseando que no llegara y ahora impaciente porque llegue el día.
Así que este año, más que los anteriores, tomaremos enero con fuerzas, con ánimos y con muchos propósitos. Con la esperanza de que en febrero aquello dé positivo.
Todavía no sabemos fechas concretas. Lo que sí se, es que en febrero es mi cumpleaños, y sin duda, sería el mejor regalo de toda mi vida.