viernes, 31 de octubre de 2014

RETO HANDWRITING TAG


Desde el blog de Verdades Edulcoradas, una chica sin pelos en la lengua, me ha enviado un reto.
Normalmente, ya sabéis que no publico premios ni cadenas de ningún tipo, pero este me ha parecido curioso, y he decidido que lo publico.

El reto consiste, en escribir de puño y letra, la respuesta a unas preguntas, y poner aquí la foto.
Es increible como perdemos en el uso del boli, que yo de joven tenía una letra super bonita, o eso decían mis profesores, y ahora, se asemeja bastante a una letra de médico. No me entiendo ni yo a veces!!

Las preguntas son las siguientes:


     1. Nombre
     2. Nombre del blog.
     3. Tu canción preferida
     4. Tu frase preferida.
     5. Tres palabras que te definan
     6. Algo que siempre hayas querido decir (a ti o a alguien)
     7. Blogs a los que nominas.


Y estas son mis respuestas :



1. A
2. Estrellas en los ojos
3. My way de Sinatra
4. Todo llega
5. Seria, tímida, sensible
6. No hay nada que no diga
7. ESTAIS TODAS INVITADAS!!

Pues hasta aquí el reto de hoy. Como veis, no he nominado a nadie, jejej, la que lo quiera, que lo coja!

BUEN FINDE!

Seguiré informando.

sábado, 18 de octubre de 2014

DE CONFLICTOS Y SOLUCIONES

Ya he comentado en diferentes ocasiones, que no soy una persona conflictiva, huyo de los conflictos. Es muy difícil que me caliente, aunque esto no significa que las cosas no me afecten.
Además, soy excesivamente empática. Tiendo a ponerme en el lugar del otro, y pienso en su dolor o el de los que le rodean.

Esto es así en mi vida real y en la virtual. Prefiero morderme la lengua, respirar y contar hasta diez, antes de decir o escribir algo de lo que me pueda arrepentir.

De un tiempo a esta parte, estoy viendo y sobre todo leyendo, conflictos absurdos pero que me entristecen mucho.
No entiendo como entre nosotras, las mujeres, se creen semejantes batallas. Es una competición constante, incluso llegando a palabras ofensivas y/o al insulto.

No entiendo esa guerra entre madres, que si pecho o biberón, si colecho o cuna, si porteo o carrito... Todas sois madres, y cada una hace lo que considere mejor para su bebé, siempre que sea desde la responsabilidad y el amor.

No entiendo que se juzgue si se reincorporan al trabajo antes de tiempo, tras las 16 semanas, piden excedencia o deciden dedicarse en exclusiva a su casa y su familia. Todas las opciones son válidas y respetables, siempre que sea una decisión voluntaria y meditada.

Siempre parto de la base que ninguna persona es mejor que otra. Independientemente de la clase social, estudios o situación geográfica, todas sufrimos, lloramos, reimos y vivimos.

Estos días twiter echaba chispas por dos situaciones diferentes, pero ambas relacionadas con las infértiles.
Todas las opiniones son respetables. Y cada una le damos importancia a lo que nos parezca. Si a pesar de haber pasado por diferentes pruebas y una fiv, tras haber conseguido embarazo tu ilusión por encima de todo, es que sea nena, pues perfecto! Eso demuestra una gran capacidad de recuperación.

Esto no tiene por qué significar, que no entiendas el dolor de quien no lo ha conseguido.

Obviamente, hay diferentes grados de infertilidad, hay diagnósticos demoledores, o como en mi caso, ningún diagnóstico claramente significativo, pero cinco años sin conseguir embarazo. Hay quien lo consigue a la primera, a la tercera, por fiv, por ovo, quien tiene varias pérdidas, y un largo etc. Pero sobre todo, hay grados de dolor. Hay quien sufre más, quien no es capaz de asumir, quien se deprime, quizá con la primera IA negativa, y hay quien después de miles de pruebas, tratamientos, pérdidas, sigue peleando como una jabata, hasta conseguir su meta.
Chicas, todas vamos en el mismo barco.

Hay quien después de conseguirlo, olvida de donde viene y a quienes estuvieron ahí cuando las cosas pintaban feas.
Hay quien su mayor preocupación, es no coger kilos de más, o que no encuentra posturas para sexear.
No digo que lo entienda, pero lo respeto. 

Y por último, el conflicto fértil-infértil. Esto es algo con lo que cargamos en general las infértiles. Es difícil de asumir, según en el momento que te pille, esos embarazos a la primera o sin buscarlos. Duelen.
Pero eso no significa, que no nos alegremos.
Yo no le deseo a nadie, absolutamente a nadie, que pase por lo que estoy pasando yo. 
Así que tenéis todo vuestro derecho a presumir de embarazo, quejaros de las nauseas y lo que os venga en gana, igual que yo me quejo de lo mio.
No por eso hay que descalificar a nadie, NUNCA.

Pero tenéis que entender que nos duela, que no nos apetezca leeros o escucharos o que muramos de envidia.
Para mi es muy difícil, que no digo que para todas sea igual. Pero se me hace muy duro ver como la barriguita de mi cuñada crece, sin haberle oido en todo este tiempo más que quejas al respecto. Y entonces, aunque siga sin entenderlo, la respeto, la animo y desaparezco.

Aprovecho para pedir disculpas si alguna se ha podido sentir ofendida por mi desaparición. Tengo mi blog medio abandonado, y aunque os leo a todas, no siempre comento. Pero sí, os leo a todas, y estoy al día de vuestros embarazos,  de los avances de vuestros bebés, aunque no comente. No tengo mucho que aportar en estos casos, o eso es lo que siento.

Habrá quien no me entienda, y lo respeto.
Al igual que hay muchas cosas de fértiles, de infértiles, y de la sociedad en general, que yo no entiendo las respeto. Porque si algo tengo claro, es que hay que vivir la situación, y el momento, para entender.

Y hay gente que ofende sin querer hacerlo, y hay quien por mucho que lo intente, es incapaz de ofender.

Estas han sido mis reflexiones dominicales, seguro que muchas no lo entendéis, pero solo os pido respeto.

Seguiré informando.

viernes, 3 de octubre de 2014

EL SILENCIO

Es curioso que después de publicar la entrada de las cincuenta cosas sobre mi, me diera cuenta, que quedó mucho por decir!
Es curioso también, que de cincuenta cosas, lo que más llamara la atención es mi odio al huevo y mi miedo a los pelirrojos, jeje.

Me gusta mucho el silencio. No soy de esas personas que están en casa con la radio o la televisión puesta para tener música de fondo. No, yo prefiero estar en silencio. La verdad que mi barrio es bastante tranquilo en general, así que puedo disfrutar de este silencio, excepto estos últimos días, que estamos rodeados de obras por todas partes.

Cuando salgo a pasear o a correr, no me pongo los cascos. Prefiero disfrutar de los ruidos que me ofrece la calle, el sonido del mar, las gaviotas, los niños corriendo, otros corredores que me pasan o con los que me cruzo... Creo que al tener que correr sin gafas, necesito el resto de los sentidos al mil por cien. Pero para mi, salir a la calle con cascos, me aisla demasiado.

No soy muy habladora tampoco. Soy de la opinión, de que si no tienes algo que decir, mejor no decir nada. A veces, ese algo que hay que decir, puede molestar, o no estar de acuerdo con el resto, así que también me callo, que tampoco me gustan los conflictos.

Disfruto mucho en el silencio de la compañía. Creo que poder estar con una persona, marido, amiga, madre... y estar en compañía y en silencio, es de las mejores sensaciones del mundo. Es tener una complicidad asombrosa. No hay necesidad de hablar, de llenar esos huecos con nada. Estamos tú y yo, no hace falta nada más.

Pero hay un silencio que no me gusta y que se ha dado esta semana en varias ocasiones. Es el silencio incómodo, el silencio "ups, ahora qué digo?". El silencio que se crea cuando alguien me pregunta: tienes hijos?
Se ve, que solo hay dos respuestas correctas, sí, o uy no, no, paso.
Antes utilizaba esta segunda. Ahora no, porque ahora si tengo que decir no puedo, lo digo. Y si no, que no pregunten tanto.
Mi respuesta antes tienes hijos es un no, rotundo. Y a continuación, viene el silencio...



Seguiré informando.